lunes, 14 de noviembre de 2011

Allons enfants de la patrie...





Queridos seres del inframundo, hace mucho tiempo que os abandoné. La verdad es que no me sentía inspirado. Me siento decaído, hastiado, desganado y engañado. Soy un esclavo no sólo del sistema sino de las circunstancias. ¿Que nos ha llevado a esto? ¿Cómo podemos salir? ¿Quién maneja los hilos? . Responder a eso nos llevaría media existencia porque sin duda las cosas se han complicado hasta el punto que la gente de a pié no es capaz de entender cómo funciona el sistema. Se pierden en cifras, índices, estadísticas y representatividad. Centrémonos pues en dar una explicación sencilla a la cuestión. Si es cierto que el sistema está corrompido debe de ser tratado como si de un cáncer se tratase y con una especie de quimioterapia política atacar tejido sano para eliminar el maligno. La solución en política es simple: debemos contemplar entonces lo que es la definición de democracia . Una vez empapados de lo que significa el palabro a nivel teórico. Podremos valorar posibles alternativas, en el caso de un servidor, la respuesta está muy clara. Se trata de una solución que no es desconocida para la humanidad aunque cabe remontarse a tiempos ciertamente remotos, quizá más civilizados o quizá no. Se trata de implantar el concepto de democracia directa . Para ello es necesario no sólo relegar sino eliminar a la clase política, aboliendo con ello todos los privilegios y los gastos que conlleva mantener un sistema que no es ni representativo, ni operativo, ni equitativo para todas las personas que lo configuran. Con ello se regularía una situación que acentúa y ha acentuado desde siempre la desigualdad entre los hombres. Ya que si en el antiguo régimen los nobles eran los privilegiados y muchos lucharon para cambiar eso. Ahora los políticos están en el lugar de los nobles y una vez más es el turno del hombre decente de luchar para que eso cambie. Puede que no se trate de algo tan sangriento como tomar la Bastilla.




La era de la información proporciona armas no violentas suficientes como para que se remuevan los cimientos de la cultura occidental. Lo que alienta mi fe en el ser humano es el carácter pacífico de la revolución que se está gestando. Tras todo lo vivido, parece que somos capaces de un nivel de civilización jamás visto en la historia de la humanidad. Es la capacidad de innovar para superar las adversidades lo que hace del ser humano algo maravilloso. Este mismo texto, aunque sólo lo lean unos pocos, pretende ser mi pequeño grano de arena a la avalancha que se les viene encima. La Web está llena de videos, manifiestos y declaraciones. Pero aparte de las movilizaciones, es necesario teorizar. Para que los cambios están por venir tengan una base sólida que los haga inamovibles, que sean válidos durante 1000 años.




Por ello es necesario seguir evidenciando las injusticias de forma que no puedan ser manipuladas. Una noticia no puede ser silenciada si es posible que esté en la red a los cinco minutos. Y mientras, preparemos a nuestros hijos para ejercer la política, enseñémosles desde una muy temprana edad como funciona el sistema para que unos pocos ya no puedan engañarnos. Estamos ante el mismo caso del monopolio del conocimiento que ejercía la Iglesia durante la edad media ante una mayoría analfabeta. Nos han alejado tanto de la política que ya no somos capaces de entenderla y por lo tanto nos obligan a decidir a ciegas. Nos han usurpado el derecho más fundamental de la democracia, la capacidad de decisión. Perdida en un mar de proporciones y porcentajes que hacen incomprensible que unos partidos obteniendo incluso más votos que otros sean capaces de obtener menos representación en el Congreso de los diputados.
Desde mi realidad y sin ningún afán por molestar a nadie incluso a riesgo de caer en el uso de la guillotina. Es necesario provocar un cambio aunque aquellos que manejan los hilos no lo quieran. Ellos deben elegir si deciden quitarse de en medio pacíficamente o habrá que quitarles.Tomar las riendas de una situación que lo pone muy negro a nuestros derechos y a los de los que están por venir. No sigáis permitiendo la tiranía de los hombres malos.





En próximos capítulos de Be water, my friend...




Seamos marxistas por un momento (Un relato de mercados de valores)

sábado, 26 de marzo de 2011

La invasión de los ladrones de cuerpos


Estimados seres del planeta Tierra:

Queremos deciros algo que nos causa gran pesar y es que nos lo hemos pensado mejor. Nuestra conciencia colectiva interestelar ha decidido no suplantaros uno a uno hasta conquistaros. El motivo queridos humanos, es que ya nos parece tan súmamente patética y decepcionante vuestra existencia. Como para encima entraros al trapo. El Uno consciente de nuestras mentes no es tan pardillo. Os bajan el sueldo, os suben todo incluso hasta el 50%, y qué es lo que haceis vosotros??? Nooooo... no tratáis de ascender, de superar vuestro cuerpo mortal. Pagáis hipotecas hasta que no os tenéis en pié. Vuestra especie no es que sea medio tonta es que es gilipollas. La condición humana es tan rastrera que mientras algunos de vosotros sois esclavos del banco, pero al menos coméis. Ese mismo banco mata de hambre a congéneres vuestros. Por que os habéis inventado esa panacea imperfecta e impredecible que se llama capitalismo. El Uno no entiende de qué coño vais. No entendéis tontuelos, que inventar lo que no se tiene es imposible? No entendemos la finalidad del concepto dinero. Para que queremos esclavizaros si ya sois esclavos??? De qué demonios nos ha servido venir del quinto pársec???? Por ello no deseamos sufrir en vuestras propias carnes vuestra miseria.
Quizá algún día volvamos cuando seáis libres y ya no dependáis de esa frágil condición vuestra. Hayáis evolucionado lo suficiente. Tengáis superadas la enfermedad, la guerra y la ignorancia. Y destruiremos vuestras ciudades hasta convertirlas en cenizas y usaremos vuestros cuerpos como anfitriones. Aniquilaremos vuestra civilización y caereis en el olvido. Bueno... cuestión de karma, vosotros del malo habréis acumulado bastante para entonces. Vuestro fin será glorioso, os resistireis heroicamente como mandan los cánones. Pero al final todo será inútil.
Aunque sois tan cabrones que visto lo visto... os atacamos y terminamos convertidos en una ración de pinchitos de calamar y tempura de pepino alienígena. Por que con lo que os hacéis entre vosotros, qué no le vais a hacer a alguien de fuera.

Sin nada más que deciros
El Uno consciente interestelar

miércoles, 23 de febrero de 2011

Aterrado es poco



Bienvenidos al mundo de lo que está por venir. El mañana que nos persigue desde el ayer. De lo que siempre será por que ya ha sido. Pero por mucho que ya le haya pasado a los demás, cuando te sucede a tí mismo pones la misma cara de susto. Y es que la Realidad es aquella señora que te da dos golpecitos con el indice en la espalda, pero cuando te giras es tan bajita que no la ves. Es aquella amante insatisfactoria de la que no puedes librarte. Pero sobre todas las cosas es lo único que puede enseñarte el camino verdadero. Molesta, cansina e insoportable realidad. Y no obstante tan necesaria para no perder la chabeta.
Pues bien, queridos seres del subsuelo, esta vez me ha vencido por KO. Recientes acontecimientos me han hecho plantearme muchas cosas hasta los cimientos. Debo librarme de mi mismo para poder asumir lo que me depara el futuro. Tragar lo que nunca tragaría, decir lo que nunca diría. Y sentir en mi propia carne lo que significa de verdad la palabra sacrificio. No se por donde tirar, me he perdido en la niebla, qué demonios, llevo toda mi vida perdido. La verdad que quiero contaros es la más grande jamás contada. Por fin... todo ha valido la pena. Por fin... tengo algo por lo que luchar. Por que mi miedo me hace humano, pero ahora tengo motivos para vencerlo. Lo que siempre me ha hecho débil, ahora me hace más fuerte. Por que va a haber vida más allá de la mía propia.
Esto no hace del mundo un lugar mejor, es que mi principal fuente de pavor. El globo sigue dando vueltas día tras día...año tras año...Y puede que si yo enseño a mi descendencia que la solidaridad no es cosa de risa. Que es necesario creer en la igualdad y no caer en la servidumbre. No pensar que debo ser bueno por que Dios me está mirando, sino por que soy capaz de mirarme a mi mismo en el espejo sin vomitar. Sólo si consigo hacer esto, la esperanza del mundo que debería ser, puede seguir viva. De esta forma alguna vez Uróboros dejará de morderse la cola, y no sea como ya ha sido, sino algo nuevo. Ahora se ilumina un faro entre la niebla. Ya puedo seguir mi camino. En palabras del gran señor Spock, larga vida y prosperidad.