jueves, 15 de julio de 2010

Interpretación libre de Sun-Tzu a medianoche



A petición de algún que otro seguidor de mi panfleto, voy a intentar escribir algo alegre y optimista. Tarea harto dificultosa en los tiempos que nos ha tocado vivir, aunque cabe decir que en mi caso tengo mucho que agradecer, y creedme... vivo a la luz de ese acto de agradecimiento todos los días. Por que soy de los que piensan que siempre hay alguien con menos suerte, por más que tú tengas poca. No con esto quiero decir que todo sea de color de rosa, ni que sea negro, al menos no totalmente. Digo que el pesimismo entendido como un paso previo a cualquier acción, es el mejor de los enfoques posibles. Y procedo a enumerar las ventajas: 1… precaución, pensar que algo va a salir mal te hace evaluar todas las opciones y prepararte para ellas, a fin de hacer todo lo posible para que nuestra acción surta efecto. 2… prevención, hablando de factor moral, que una cosa te salga mal te frustra sobremanera, pero menos es la frustración cuando tú ya sabías que iba a salir mal. 3… aceptación, enseña a perder y jugar deportivamente, aceptar las consecuencias es un paso a la subsiguiente corrección del error. 4…superación, no hay nada de malo en verse pequeño ante problemas gigantes, recordad que en la lucha por la supervivencia, pequeños mamíferos, antepasados nuestros… fueron devorando uno a uno los huevos de los grandes dinosaurios hasta ganarles el pulso de la evolución. Mientras observas... es mejor ser pequeño y crecerte solamente para realizar la acción deseada. Buscando, con todo ello, reducir la posibilidad de fallar.

Así que como un Dr House con su cruda verdad despiadada, un señor Spock con la lógica afilada o un agorero Pepito grillo. Es mejor enfrentarse a todos los males del universo con irónico semblante y sarcástica lengua. No caer en las bondades de la complacencia, ir más allá de la superficie, verlo todo con rayos x… por que esa es sin duda, la única forma de que se te pasen las ganas de pegarte un tiro en la boca. Vaya… eso no ha sido muy optimista, pero creedme, estimados terrícolas, el pesimismo debe de ser un medio, no un fin. Lo verdaderamente cierto es que la alegría no entiende de cosas materiales, no es algo que se pueda forzar, no se vende ni se compra, no puede obtenerse de forma engañosa. No es lo que tengas, ni lo que sientes. Por que en verdad os digo que no es alegre caer en un sensualismo irreal… una venda que se llama amor romántico. Si algo no es la alegría son cosas mundanas. La alegría auténtica es la que sientes a solas. Aquella que te da pensar en las personas, animales o cosas que quieres, si, pero sólo algunas veces. Porque siempre hay un momento en que todo lo material deja de saciar esa maravillosa tendencia del ser humano a la alegría. Y es en ese momento cuando somos capaces de ser alegres por cada rayo de sol que toca nuestra cara. Por ello cabe purgar los males que embrutecen nuestro camino a la felicidad. Hay quien dijo que para luchar contra un monstruo había que convertirse en un monstruo. Pensar que todo va a ir bien, ver el lado positivo de la vida y sentir las fuerzas benignas del Universo es cosa de sucios hippies, ecologistas hipócritas y falsos intelectuales autoiluminados. Lo que realmente te hace más fuerte es pensar que tu mediocridad, la mía y la de mi vecino. No es una debilidad si la subsanas con pesimismo y malas vibraciones. Por que por todo lo expuesto, lo que no debes hacer nunca es permitir que te maneje, ya que no pretendemos volvernos huraños seres cuchicheantes, sino manejarlo tu, para prevenir, aceptar, aprender del error y volver a intentar lo que sea que te propongas. Una y otra vez… hasta vencer o perder la vida. Adoptar, por tanto, el pesimismo como punto de partida, no sólo es sano, sino que es prudente. Vencer contra todo pronóstico si que da verdadera alegría.