martes, 31 de marzo de 2009

La navaja de Occam

Sin duda la navaja del ilustre filósofo escolástico, es a día de hoy el instrumento más usado. En lo que se refiere a maneras de hacer las cosas, que son reflejo de los pensamientos que las motivaron. En esta aciaga era de reduccionismo pandémico, de operetas en la escena política con final previsible y de la incipiente conciencia global del ser humano. Parece que la tendencia a buscar lo simple cotiza a la alza, mientras el gusano de la ignorancia va corroyendo poco a poco nuestro maltrecho árbol del conocimiento. No es que la simplificación sea mala si la entendemos como un medio, es que se ha convertido en un fin. Eso evidentemente, saltándose todos los pasos previos, sacrificando la visión de conjunto y mermando de esta forma el valor de verdad de la conclusión. Esto se agrava sobremanera cuando ya cronificada, la simpleza se convierte en estupidez, y ésta en temeridad.
Lo cierto, queridos seres del inframundo... es que la susodicha navaja es un arma de doble filo muy peligrosa. Sin duda por que la tendencia a la facilidad está implícita en la condición humana, y tenerlo todo muy fácil engancha. Y lo que no es fácil en realidad es simplificar de una forma correcta. Cuidado entonces, con cortar demasiado. No vaya a ser que cortemos por lo sano en un lugar donde la precisión es lo mas importante.
Pensar las cosas varias veces antes de precipitarse, e ir simplificando los pensamientos en un orden muy concreto. De lo contrario las decisiones posteriores pueden conducir a la locura y de eso no te advierten las autoridades sanitarias. Por eso alucino de ver el mundo que me rodea.

En próximos episodios... la segunda parte de esta trilogía...

El perro del hortelano

lunes, 23 de marzo de 2009

Cartas al director de un espíritu burlón

Querido señor director
No puedo más que protestar energicamente por la dimensión que esta tomando la profesión. El trabajo se multiplica y ya tengo mis fantasmales abdominales contracturados ante tanto chiste, todo por una mierda de eternidad a fin de mes que no compensa, la verdad. Esto de atormentar a los vivos habiendo tanto donde elegir ya no es divertido. ¿Usted cree que les queda tiempo para coñas de ultratumba? Ya no se conectan a la ouija, sino a Internet. Y cuando crees que te podrás reír de ellos a gusto, vamos, despacharlos a conciencia, te lo pagan con incredulidad. Lo cierto es que aunque el panorama sea para morirse de risa, no se paran a buscarle la parte irónica, sarcástica y con gracia y salero. Lo que parece serio, se convierte en absurdo.
Imagínese que el Papa ha dicho que el preservativo no es la solución al contagio del VIH ¿no le parece para morirse de risa? Pero es que eso no es lo mejor, sino que como a algunos se les ha ocurrido reformar la ley del aborto, a los secuaces del Nazareno se les ha ocurrido comparar un feto humano con una especie en peligro de extinción. Y aunque en el mejor de los casos la comparación no fuera ridícula, los humanos no están en peligro de extinción sino que siguen multiplicándose. Por si todo esto fuera poco, todos siguen consternados por eso que se inventaron hace años, el dinero. Hombre, la verdad es que hay muchos que con razón, pero no se lo pierda, el que más se preocupa es el que más tiene. ¿No le resulta gracioso? Pues aun hay más, por que después de reconvertir la esclavitud en el pasar de los siglos, perpetuar la ignorancia, y la maldad y el mal rollito en general. Todos dicen que tienen conciencia, algunos más negra que el carbón, claro está, pero se creen con autoridad moral para juzgar a los demás antes de juzgarse a sí mismos. Sinceramente, ante este marco general de excepción, pido el traslado al departamento de almas en pena, atentamente: Burlón García.

En próximos episodios

La navaja de Occam, el perro del hortelano y el corral de la Pacheca

Un largo camino por mi mente

¿La aventura más grande jamás contada? Nah... Lo que se dice pereza... si, bastante. La verdad es que mi prolífica mente, en su largo caminar, no se ha parado a recordar que escribía en este, el panfleto de mis entresijos. Como un tabloide amarillento con tintes de libro de auto ayuda. Si, ahora lo recuerdo, entre capítulo y capitulo de cualquier serie, o disfrutando del gore del Resident Evil 5. Que escribo en Be water...My friend, que es una imagen residual de mi yo digital. Retomo con más fuerza después de otro periodo de reflexión o mental onanismo. Y ahora...sin más dilación... Cartas al director de un espíritu burlón.
Gracias queridos seres del inframundo, recordad: maldad...caos...jabón...